Ninguna persona sabe todo, como decía Paulo Freire “Ninguna persona ignora todo. Nadie lo sabe todo. Todos sabemos algo. Todos ignoramos algo. Por eso aprendemos siempre.”, bajo esta visión se construyen los equipos de alto rendimiento para las empresas de hoy.
Contar con un equipo de asesores externos es una práctica común y básica para mejorar las prácticas preventivas y correctivas dentro de la operación de una empresa, sin embargo, contar con un solo asesor “todólogo” por economizar el presupuesto termina por ser contraproducente para los empresarios que desean tener un respaldo para la toma de decisiones estratégicas.
Tomando en cuenta que las empresas cuentan con presupuesto finitos para hacerse de los asesores necesarios, se recomienda contar, por lo menos, con un equipo que nos ayude a analizar los riesgos de la empresa y elaborar un plan de contención para anticiparnos o prepararnos a una eventual situación no deseada, ya sea de manera permanente o por evento.
Se recomienda contar con la asesoría por evento cuando:
A. La empresa está en un periodo inicial y el enfoque está en probar el modelo de negocio.
B. No se cuenta con un presupuesto definido para la asesoría.
C. Las incidencias dentro de la operación son mínimas.
D. La operación del negocio se realiza en su mayoría por los dueños o accionistas.
Se recomienda contar con la asesoría de manera permanente:
A. La empresa tiene más de dos años de operación y ha pasado el punto de equilibrio.
B. Presenta incidencias de manera recurrente en algún área.
C. El plan de desarrollo busca crecer la operación en monto de operaciones o de operadores en mas del 25% durante el año.
D. Se cuenta con socios inversionistas que no participan dentro de la operación del día a día.
No es necesario recalcar que el precio por asesorías eventuales suele ser más alto que el costo de contar con una cobertura por iguala, además de los alcances del servicio y la practicidad de contar con cobertura en todo momento para resolver necesidades o inquietudes.
Para toda empresa desde PyMEs hasta transnacionales, recomendamos un equipo básico de asesores externos, conformado con, por lo menos, los siguientes elementos:
1. Asesor legal: Apoya a la empresa con la información sobre normativas que se deben de cumplir, construye las estructuras legales para dar seguridad a los socios, clientes, proveedores y colaboradores, resuelve incidencias extrajudiciales y atiende los procesos judiciales.
2. Asesor fiscal/contable: Se enfoca en el cumplimiento de las obligaciones fiscales y la optimización de los recursos financieros, partiendo de un registro confiable de las operaciones de la empresa y facilitando la información que requiere la empresa para la toma de decisiones.
3. Asesor de negocios: Con su experiencia en el mismo giro o en el desarrollo de negocios aporta mecanismos, procesos, prácticas y controles para mejorar las operaciones dentro de la empresa y la consecución de los objetivos planteados de crecimiento y mejora.
4. Asesores super especializados: Ante proyectos o decisiones específicas de un negocio se recomienda contar con la visión de un experto en el área que se pretende desarrollar en lo particular para acortar la curva de aprendizaje o minimizar la cantidad de errores en la planeación o ejecución de la implementación buscada.
En un momento ideal de operación en una empresa en desarrollo, muchas áreas se pueden cubrir con una persona interna que cuide estás áreas, pero recomendamos siempre tener el equipo externo de asesores para validar, confrontar o proponer prácticas para la mejora de la empresa.
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